El ÚNICO PRINCIPIO
"El problema surge de que creéis que existe el BIEN y el MAL.
Pero lo cierto es que sólo existe el BIEN.
Lo que llamáis MAL, no es más que BIEN en evolución.
Una vez transformado por la vía de la evolución y el aprendizaje,
se convertirá en sumo BIEN.
Te lo dije ya una vez, y lo has olvidado.
No dudes, y confía en el SUPREMO BIEN,
en el SUPREMO HACEDOR que os quiere tanto porque os ha creado.
No hay dos principios. No existe dualidad.
Hay un ÚNICO PRINCIPIO en desarrollo y transformación".
Lo que los animales pueden enseñar
Los animales me enseñan a vivir en plenitud. Ellos disfrutan de la vida y miran con curiosidad el más mínimo acontecimiento. Expresan sus emociones, afectos o disgustos sin enjuiciarlos ni buscar segundas intenciones; simplemente sienten y expresan lo que sienten con sinceridad, con aplastante verdad.
Todas las criaturas de Dios podemos aprender y enseñar. Es bueno tenerlo en cuenta.
Los animales me enseñan a vivir en plenitud. Ellos disfrutan de la vida y miran con curiosidad el más mínimo acontecimiento. Expresan sus emociones, afectos o disgustos sin enjuiciarlos ni buscar segundas intenciones; simplemente sienten y expresan lo que sienten con sinceridad, con aplastante verdad.
Todas las criaturas de Dios podemos aprender y enseñar. Es bueno tenerlo en cuenta.
lunes, 2 de junio de 2014
62 - LAS FURIAS
Existe un pensamiento muy generalizado que achaca los males a la mala suerte o a la fatalidad. Muchas veces pensamos que se desatan "Las Furias" contra nosotros. Y además, en no pocas ocasiones esa aparente fatalidad parece provenir como pago por nuestras malas acciones. Es decir, en determinados momentos esa culpa callada e inquietante que albergamos parece exigir su pago. Pero, ¿realmente somos tan culpables como para merecer tan duros castigos? ¿No será más bien que las cosas discurren por su camino y que éste no siempre es coincidente con el nuestro?
Incluso muchas personas, buscando el origen a sus problemas deciden pensar que alguien les ha echado mal de ojo o practicado cualquier tipo de brujería. Todo antes que admitir que en muchas ocasiones somos cada uno de nosotros los que nos buscamos los aparentes desastres. Sí, desastres que provienen de nuestras malas decisiones, de la poca cabeza que utilizamos, de malas actuaciones. Y por supuesto, otras veces no son males dirigidos contra nosotros con inquina sino sencillamente situaciones que suceden en la vida.
No estaría mal que en vez de buscar maldiciones donde no las hay, busquemos más en qué estamos fallando para atraer cosas malas si ése es el caso. Y si no lo es, dejar de pensar que el destino nos ha elegido como diana para "divertirse" sino que todo se debe al propio desarrollo de la Vida; no sólo la de cada uno, sino la Vida en su totalidad.
Existe un pensamiento muy generalizado que achaca los males a la mala suerte o a la fatalidad. Muchas veces pensamos que se desatan "Las Furias" contra nosotros. Y además, en no pocas ocasiones esa aparente fatalidad parece provenir como pago por nuestras malas acciones. Es decir, en determinados momentos esa culpa callada e inquietante que albergamos parece exigir su pago. Pero, ¿realmente somos tan culpables como para merecer tan duros castigos? ¿No será más bien que las cosas discurren por su camino y que éste no siempre es coincidente con el nuestro?
Incluso muchas personas, buscando el origen a sus problemas deciden pensar que alguien les ha echado mal de ojo o practicado cualquier tipo de brujería. Todo antes que admitir que en muchas ocasiones somos cada uno de nosotros los que nos buscamos los aparentes desastres. Sí, desastres que provienen de nuestras malas decisiones, de la poca cabeza que utilizamos, de malas actuaciones. Y por supuesto, otras veces no son males dirigidos contra nosotros con inquina sino sencillamente situaciones que suceden en la vida.
No estaría mal que en vez de buscar maldiciones donde no las hay, busquemos más en qué estamos fallando para atraer cosas malas si ése es el caso. Y si no lo es, dejar de pensar que el destino nos ha elegido como diana para "divertirse" sino que todo se debe al propio desarrollo de la Vida; no sólo la de cada uno, sino la Vida en su totalidad.
martes, 27 de mayo de 2014
Sobre las llamadas "mancias"
Según el diccionario de la Real Academia, se entiende por mancia la adivinación o la práctica de predecir. Existen diversos instrumentos para llevar a efecto estas prácticas, tales como el I Ching, el Tarot, así como diferentres oráculos. Pero a mí me gustaría matizar algo muy importante. Más que de predicción me gusta hablar de una cierta anticipación para recibir consejos adecuados a las probabilidades de alguna que otra situación. Es decir, a mi no me gusta tanto hablar de "adivinación" sino de "cálculo de probabilidades" basado en una visión un poco más abierta.
Gertrude Hisrschi, en sus cartas basadas en los Mudras, dice algo que me resulta muy interesante para comprender este tipo de consultas tal y como yo lo entiendo y que, además de eliminar el miedo enfermizo a la adivinación exacta, nos permite adentrarnos en valoraciones más amplias para hacernos pensar más que para señalarnos caminos inamovibles.
Dice Gertrude Hisrschi:
“Rara vez pregunto lo que me depara el futuro: me limito a indagar qué me puede enseñar una situación en particular, cuál puede ser la mejor solución y dónde encontrarla, y sobre todo en qué puedo contribuir yo para resolver el problema, ya sea modificando mis actitudes internas o bien cambiando mis acciones externas (o incluso evitando entrar en acción)”.
El destino no está en nuestras manos, pero creo que sí podemos buscar las mejores opciones después de sopesarlas, conociéndonos sobre todo a nosotros mismos.
Según el diccionario de la Real Academia, se entiende por mancia la adivinación o la práctica de predecir. Existen diversos instrumentos para llevar a efecto estas prácticas, tales como el I Ching, el Tarot, así como diferentres oráculos. Pero a mí me gustaría matizar algo muy importante. Más que de predicción me gusta hablar de una cierta anticipación para recibir consejos adecuados a las probabilidades de alguna que otra situación. Es decir, a mi no me gusta tanto hablar de "adivinación" sino de "cálculo de probabilidades" basado en una visión un poco más abierta.
Gertrude Hisrschi, en sus cartas basadas en los Mudras, dice algo que me resulta muy interesante para comprender este tipo de consultas tal y como yo lo entiendo y que, además de eliminar el miedo enfermizo a la adivinación exacta, nos permite adentrarnos en valoraciones más amplias para hacernos pensar más que para señalarnos caminos inamovibles.
Dice Gertrude Hisrschi:
El destino no está en nuestras manos, pero creo que sí podemos buscar las mejores opciones después de sopesarlas, conociéndonos sobre todo a nosotros mismos.
Dice Gertrude Hisrschi:
“Rara vez pregunto lo que me depara el futuro: me limito a indagar qué me puede enseñar una situación en particular, cuál puede ser la mejor solución y dónde encontrarla, y sobre todo en qué puedo contribuir yo para resolver el problema, ya sea modificando mis actitudes internas o bien cambiando mis acciones externas (o incluso evitando entrar en acción)”.
El destino no está en nuestras manos, pero creo que sí podemos buscar las mejores opciones después de sopesarlas, conociéndonos sobre todo a nosotros mismos.
lunes, 19 de mayo de 2014
65 - EL SYMBOLÓN (LA UNIDAD)
Las cartas de este Oráculo que tanto me gustan, llevan el nombre de EL SYMBOLON; y es precisamente esta carta la que tiene igual nombre. Para quien no lo sepa, se considera un symbolón aquel medallón partido en dos que llevan los enamorados, y que para conseguir la unidad del medallón precisa de unir ambas partes. Sí, sin duda es todo un símbolo del amor. La unión de dos partes distintas pero que necesitan completarse para hacerse uno. Algo que lleva tiempo, paciencia, dedicación y aprendizaje.
El amor es un regalo que nos hace plenos y que implica un largo recorrido. En la imagen vemos a una pareja que se decide a emprender el camino del amor, representado por una larga escalinata llena de curvas y recovecos hasta que alcanza el templo del Amor. Y así es el camino del amor, un largo camino, que puede inicarse lleno de rosas, pero por el que hay que aprender a transitar con mutua comprensión y dedicación ante los posibles escollos que vayan surgiendo.
Recorrer el camino de la vida a través de esta escalinata del amor es labor de todos. Hacerlo en compañía es un milagro y un regalo de Dios, por tanto, es fundamental agradecer la posiblidad de esta vivencia acompañados por quien tiene la otra parte del medallón.
Las cartas de este Oráculo que tanto me gustan, llevan el nombre de EL SYMBOLON; y es precisamente esta carta la que tiene igual nombre. Para quien no lo sepa, se considera un symbolón aquel medallón partido en dos que llevan los enamorados, y que para conseguir la unidad del medallón precisa de unir ambas partes. Sí, sin duda es todo un símbolo del amor. La unión de dos partes distintas pero que necesitan completarse para hacerse uno. Algo que lleva tiempo, paciencia, dedicación y aprendizaje.
El amor es un regalo que nos hace plenos y que implica un largo recorrido. En la imagen vemos a una pareja que se decide a emprender el camino del amor, representado por una larga escalinata llena de curvas y recovecos hasta que alcanza el templo del Amor. Y así es el camino del amor, un largo camino, que puede inicarse lleno de rosas, pero por el que hay que aprender a transitar con mutua comprensión y dedicación ante los posibles escollos que vayan surgiendo.
Recorrer el camino de la vida a través de esta escalinata del amor es labor de todos. Hacerlo en compañía es un milagro y un regalo de Dios, por tanto, es fundamental agradecer la posiblidad de esta vivencia acompañados por quien tiene la otra parte del medallón.

